Reflexiones
Todos los días nos inundan con noticias sobre el maltrato animal, que a los que estan compartiendo, o hemos compartido la vida con un compañero de cuatro patas, nos toca la fibra sensible. Hace poco leí una de estas noticias, ocurrida en Brasil, que me conmovió especialmente:
Pero tras la ira inicial que experimenté ante tal acto, la repercusión mediatica dada en su país, la forma en la que los medios han tratado este tema, me llevó a esta reflexión:
Como todos sabeis, hace unos años y por motivos laborales, cambié mi residencia a un pueblo de la Campiña sevillana. Allí tuve que hacer frente a la imagen dantesca del maltrato animal escenificada en la cuelga de Galgos. Una raza de perros muy comun en la zona, ferviente aficionada a la carrera de estos cánidos, y a su consiguiente depuración cuando éstos ya no sirven para correr. La costumbre viene de antiguo, y aunque está penada, colgar un galgo de un olivo es un fin "piadoso" para un animal que "no sirve para otra cosa". Gente que trabajaba conmigo y que se expresaba en estos términos, lo practicaban (y lo digo en pasado) hasta no hace mucho, sobre todo después de ver como toda mi empatía animal se tornaba en furibunda ira rebosante cuando sacabamos a relucir el asunto.
No los juzgo. Hace tiempo que no hago esas cosas. Toda esa gente son buenas personas, incapaces de generar maldad por si mismas; simples vehículos de la irracional tradición (como si no fueran sinónimos), no son mas que componentes de una masa alienada que necesita de la corriente imperante para sentirse parte de algo, como si ellos no fueran un todo por si mismo. El antiguo sueño de la Grecia Clásica de convertir el individuo en ciudadano sigue aparcado en el baúl de las cosas que deberíamos hacer: Educación en el espíritu crítico, basada en el amargor del "analisis" y la dulzura atenuante de la "reflexión". Labor de filtro que toda generación debiera hacer de la anterior, sintiéndose todas ellas parte de una empresa infinta, bella y universal. Hablamos pues de una Educacion para formar ciudadanos (esto me suena-sonaba de algo, dejadme que me eche a llorar): Un empeño universal en lograr que las continuas generaciones de humanos no pasen a la historia como masas inermes e irracionales, gobernadas por la tiranía de la herencia de ideas absurdas impuestas, simplemente, porque no existe el espíritu crítico para derrocarlas.
No quiero que penseis que con ésto estoy intentando justificar en parte hechos horribles, como enterrar vivo o ahorcar a un miembro de nuestra comunidad (como lo puede ser un perro), porque sea la tradición la que guía la mano de los hombres; pero no es justo que sin cambiar los resortes educativos universales, caigamos todos en tromba sobre hombres simples, procedentes de estratos sociales donde la herencia moral de los antepasados impera como único canon deontologico.
Tampoco quiero que penseis que estoy quitandole mérito a la labor humanitaria de una buena mujer; aunque sin menospreciar el convertir como ejemplo lo que debería ser ordinario, ante un hecho como éste ¿se puede actuar de forma distinta? ¿Puede un ciudadano pasar indifernte delante de un individuo agonizante, enterrado vivo, sin hacer nada?
Como he dicho, no es mi intención minusvalorar el mérito de quien ha hecho lo que debía, ni restarle culpa al que, posiblemente, ha realizado el acto salvaje que todos sus ancestros llevaban realizando, generación tras generación; pero santificar a la vez que demonizar es un acto de inmadurez social que tanto me suena y tan poco me gusta. Toda evaluación crítica debe de contener el analisis (que aquí sobra) y la posterior reflexión (a la que nunca se llega).
Hace milenios, Grecia dio a luz al mundo civilizado igual que un sueño. Maestros como Socrates o Platón recorrían los caminos con sus alumnos embargados del espíritu crítico, derrocando a los viejos Dioses de la tradición y abriendo una nueva era para el mundo, una etapa en la que la razón crítica y emocional guiara los destinos de la humanidad como una luz entre las tinieblas. Ese faro sigue hoy iluminando, sólo nos falta educar y formar a los marineros futuros para virar el rumbo hacia esa luz.
Sólo así, actos horribles como los que recoge el artículo, quedaran atrás, como un pasado de oscuridad, ya superado por la humanidad.
No se que pensais vosotros.
Degush
1 comentario
javiloketedigo -
Es como la tauromakia: a mi modo de verlo, es un entretenimiento: sadomasokista, prehistorico y cobarde; por eso mismo no siento lastima de kienes son corneados o muertos en el ruedo.
No son buenos padres: a la vista está de como hacen ver normal, matar a otro individuo en el ruedo, a su hijo.
No son buenas personas: suelen ser unos chulos.
No tienen amor por el toro: Aunke digan ke lo kieren, solo kieren torearlo y matarlo.
Son cobardes: No es un uno contra uno, tienen el respaldo de sus compadres para ayudarle en caso de un incidente, el toro no tiene ayuda.
Desigualdad: el toro nació con cornamenta, el torero no nació con espada y banderillas.
Pero lo peores no son los toreros, son los espectadores y el gobierno ke los sustentan.
Me da pena por ellos, ke disfruten viendo a un pobre animal, ser humillado y torturado hasta la saciedad. Y ke encima le llamen ARTE Y CULTURA. Una civilizacion, se puede juzgar, por la fomra en ke son tratados los animales!
Los cazadores, ke cazan por "deporte"... vamos a ver: la guerra es un deporte???
Asesinar es un deporte???
Y el pobre galgo?... como ya no vale para correr porke tú! "amante de los animales" lo has explotado a mas no poder... y ahora ke ... es mejor ke esté muerto a vivir sin competir ya sea en carreras o cazando???
Desde luego... este mundo esta enfermo. Aunke respeto tu forma de pensar Degush, para mi esas personas son francamente malas, no en todos los sentidos, pero si en los valores ke realmente definen a la humanidad, o ke deberian definirla.
Algún día, nuestros predecesores mirarán al pasado y verán lo neandertales ke eramos los antiguos y sus gobiernos.
Y para acabar, el arte es vida no muerte
Todo ser de la tierra, independientemente de su raza, es un ser unico e irrepetible.