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Esto es cosa nuestra

Lilith

Vamos a ponernos mitológicos.

 

Ésta es la historia de un verso libre del poema de la Creación, de una nota desacompasada de la sinfonía de Dios, de uno de los personajes mas evocadores, controvertidos, odiados, amados, deseados, seductores, oscuros y peligrosos de la mitología judeo-cristiana; porque de todos los mitos, canónicos o apócrifos de las religiones abrahámicas (Judaismo, Xstianismo e Islam) ninguno se puede comparar a la historia de esta mujer: el mito de LILITH. (o Lilit)

Todas las religiones y tradiciones milenarias cargan con una estela de historias paralelas, leyendas que surgen de interpretaciones interesadas o incluso de realidades incomodas que son anuladas o disimuladas por los guardianes de la ortodoxia. Una de ellas es esta historia.

Es algo conocido que en el Génesis, la Biblia nos cuenta la creación por parte de Dios, del primer hombre "Adán", a partir del barro, y de la primera mujer "Eva", mediante una costilla del propio Adán.

Pero lo que mucha gente no sabe es que El Libro Sagrado explica esta divina creación en dos ocasiones, en dos relatos, que sin ser opuestos pueden ser interpretables de distinto modo. Es como si al escritor-escritores de la Biblia le llegaran distintas versiones sobre la creación, y recogiendo las dos, sólo desarrollara la considerada "mas apropiada". Hecho nada extraño, puesto que el mito de la creación es Mesopotámico y anterior al Judaismo, por lo que los primeros libros de la Biblia no son mas que una colección de leyendas antiguas incluso para aquella época.

Una de las dos versiones Génesis 2:4-25, nos cuenta la historia de Adán y Eva como se conoce generalmente; pero en la otra,  Génesis 1, 27 (anterior a la primera) el relato es mucho mas ambigüo: «Creó, pues, Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y mujer los creó».

Esta versión, en la que la creación del Hombre y la mujer parece tener el mismo origen, dió fuerza a una antigua historia oral Judía, que los Talmudistas de finales de la Edad Antigua recogieron como una explicación a uno de los huecos que la Biblia parece tener. Una oscura historia, que los judíos de todas las épocas contaban a sus hijos, y que revela que el mito de la creación esconde una realidad incomoda: LA QUE CUENTA QUE LA PRIMERA MUJER NO FUE EVA, SINO LILITH, NACIDA DEL BARRO COMO ADÁN. Empezamos.

Esta leyenda de la creación, recogida en el Talmud, nos dice, al igual que en la Biblia, que en un principio, el solitario Adán, herido de soledad le pide al Creador una compañera y éste le complace creando la primera mujer del barro, al igual que hizo con su futuro esposo. Su nombre: Lilith.

Cuenta la historia que Lilith era hermosísima, espectacular y sensual; su belleza irradiaba la majestuosidad de Dios como ninguna otra criatura; además, su inteligencia y talento no les iban a la zaga de su belleza. Lilith fue un portento, sin duda, la creación mas perfecta de Dios hasta ese momento.

Quizá sea por esta razón, pero lo cierto es que Adán nunca se sintió cómodo con Lilith. Junto aquella mujer se sentía  pequeño e insignificante, desconcertado ante aquel ser al que no podía hacer sombra y, por supuesto, dominar. Sus hábitos nocturnos (Lil significa "noche en hebreo"), sus miradas lascivas e indecorosas, y su caprichosa lujuria causaban malestar en el primer hombre, que no entendía como su compañera pudiera ser tan distinta a él. Abrumado y superado por la situación, varias veces se quejó a Dios de la actitud de su acompañante, a la que no comprendía.

Pero esa antipatía era compartida por su pareja, pues Lilith sentía el mayor hastío por Adán, al que consideraba demasiado simple y servil ante el Padre. Se aburría con su compañía, hábitos, conversación etc., incluso llegó a sentirse sexualmente insatisfecha. En definitiva, el primer hombre y la primera mujer no fueron compatibles.

La gota que colmó el vaso de la paciencia de ambos se derramó el día en el que prácticando sexo, Lilith, aburrida, reclamó a Adán dejar de practicar "el misionero" para ser ella la que tomara la iniciativa en el coito. Adán le recordó que él era el Patriarca, y que a él debía sometimiento. Lilith entró en cólera y le replicó al primer hombre que ambos estaban hechos de la misma sustancia y que por lo tanto ninguno podía reclamar supremacía sobre el otro.

Enfurecido, Adán fue a buscar otra vez a Dios, dejando a Lilith contrariada por la infantil actitud de su pareja. Tras la riña,  Dios intervino para apaciguar los ánimos, intentando hacer comprender a la mujer la inconveniencia de su constante rebeldía.

Sientiéndose incomprendida, Lilith volvió a entrar en cólera y pronunciando el Nombre Secreto de Dios (totalmente prohibido a toda criatura), abandonó voluntariamente el Jardín del Edén dirigiéndose al Mar Rojo donde habitaban multitud de demonios.

Tras esto, el Creador, enormemente entristecido, y en un acto sin parangón en ningún texto de las tres religiones abrahamicas, perdonó su desobediente actitud y mandó a tres angeles (Snvi, Snsvi y Smnglof) a buscarla para que retornara al Jardín del Edén con Adán.

A pesar de aquella muestra de generosidad divina (influida por el amor de Dios a su mas bella obra), Lilith rehusó su ofrecimiento, puesto que por aquella época, en el Mar Rojo ya se había entregado a la lujuria con los demonios, en concreto con uno llamado Asmodeo, con el que engendró multitud de seres demoníacos (los Lilim), convirtiéndose así en una terrible diablesa.

Ahora sí, Dios enfureció, y los cielos la condenaron para siempre haciendo que muriesen cien de sus hijos al día.

Los actos de Lilith tuvieron otra consecuencia: Adán seguía estando solo y sin pareja, por lo que El Creador, harto de sus quejas, le entregó otra mujer, esta vez nacida de un trozo de su propio cuerpo, una costilla, para así lograr crear una criatura mas compatible con el primer hombre: Eva, madre de la humanidad.

Pero estos hechos no pasaron desapercibidos para Lilith, que cargada de odio, envidia y venganza,  consiguió seducir a Samael (un poderoso Ángel encargado por Dios de tentar a los hombres, y que mas tarde los judíos llamarían Satán) con un oscuro propósito. Y es que Samael, cautivado por su belleza, accedió a todas las peticiones de Lilith y siguiendo un plan urdido por ella (la historia de Eva y la manzana), consiguió que Dios expulsara a Adán y Eva del Paraíso.

La consumación de su venganza contra los padres de la humanidad no aplacó su sed maldita, perpetuando su maldición a la simiente de Adán y Eva; por lo que, generación tras generación, siguió (y sigue) sembrando el odio entre los seres humanos.

Tal es así, que en la tradición Judía existe un relato que insinúa que tras la historia de Caín y Abel, y el asesinato de un hermano en manos del otro, también estaba la mano de ella.  Al parecer, en el origen de los celos que sufría Caín hacia Abel no sólo se encontraban la preferencia de Dios hacia el segundo, sino la pasión lujuriosa que ambos sentían por Lilith.

Desde entonces no descansa en su labor de maldecir la humanidad: A los hijos de Adán los seduce  con sueños lascivos para poder recoger el semén derramado en la masturbación o de la llamada "polución nocturna" para así engendrar nuevos demonios. Cuentan que a los hombres que duermen solos, se les aparece en sueños de los que no se puede despertar, noche tras noche, como una mujer hermosa con la que hacen el amor hasta desfallecer; con el tiempo, enferman, pierden la cordura y terminan muriendo de desesperación.

A veces mientras una pareja practica sexo su espíritu se adueña de la mujer reclamando al hombre mayor sadismo y violencia en el acto. Mientras Lilith gime de placer, el cuerpo de la poseída lo hace de dolor, sangre y muerte. Cuando terminan, el varón contempla horrorizado a su mujer muerta por él entre sus brazos.  Por todo esto, no es de extrañar que en el occidente cristiano y en oriente Medio, a Lilith se la considere la madre de los súcubos.   http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%BAcubo

Y sin mostrar ninguna piedad, a las hijas de Eva, Lilith les reserva otra cruel maldición:

Además de ser el origen de la infidelidad de sus parejas, Lilith vuelca sobre ellas (por su capacidad de engendrar vida), su propia maldición, la de parir a dirario 100 hijos muertos: En los primeros días de vida, por las noches, Lilith se dedica a beber la sangre de los recién nacidos para debilitarlos y hacerlos mas proclives a enfermar y morir.  Por ese motivo, el espíritu de Lilith  está involucrado en los abortos, en los nacimientos de niños muertos, en los casos muerte súbita en los primeros días de vida..., en definitiva en cualquier forma de mortalidad infantil. Es su despiadada forma de vengarse por la preferencia divina hacia Eva y su descendencia, capaz de dar a luz nueva vida, frente a su vientre maldito engendrador de muertes.

Es fácil imaginar el miedo que infundió su figura a generaciones de mujeres; y es que la visión de un espíritu malévolo mancillando por las noches la inocencia de una criatura tan querida y débil como un hijo recién nacido, atormentó las mentes de las madres en los tiempos mas oscuros e ignorantes.

De hecho, durante toda la Edad Media en Europa,  la Iglesia acusó a las madres que sufrían abortos o partos de niños muertos, de ser las causantes de su propio mal por la consumación de algún acto impuro, que hubiese permitido a Lilith introducirse en sus cuerpos. No es de extrañar que su nombre o sus marcas fueran buscadas con insistencia por la Inquisición en las casas de las mujeres acusadas de brujería.

Es por este motivo que, antes por miedo, ahora por tradición, cuando los judíos nacen, sus progenitores les colocan un colgante con los nombres "Snvi, Snsvi y Smnglof" (Los ángeles que Dios mandó al Mar Rojo en busca de Lilith), para que "la primera mujer" los reconozca como descendientes de Israel, y los respete como hijos del Pueblo que hizo una alianza con Dios.

También en la literatura su figura es hoy origen e inspiración de multitud de seres e historias para no dormir. De su sed de sangre de  inocentes  surge el mito medieval del vampirismo, el cual disfruta en el siglo XIX (Drácula de stoker, Camilla etc.) de un renacer por la mayor libertad de expresión de la época, utilizando la sexualidad de Lilith como inspiración y dándole al mito vampírico un giro mas sensual, refinado y aristocrático.  De hecho, en su origen, la leyenda de los "no muertos" que bebían sangre, surge del mito hebreo del romance de Lilith con Caín:

Cuentan que tras el exilio de Caín a la tierra de Nod, y la maldición que Dios hizo caer ante cualquiera que osara matarlo, Lilith, uniendo ambas maldiciones, consiguió tener descendencia con el Hijo apestado de Adán, trayendo al mundo a una prole de "no muertos" que se alimentaban de la sangre de los "hijos de eva". Por eso las historias de vampiros del siglo XIX siempre señalaban a Lilith como la madre ancestral de todos los vampiros, y utilizaban sus características de belleza, lujuria, y sadismo como el arquetipo de vampiresa. Y, por supuesto, no es casualidad que llamasen a la Biblia de los Vampiros, EL LIBRO DE NOD.

De todos modos Lilith es un ser extraordinario incluso en términos mitológicos, ya que parece ir por libre y tener el derecho para hacerlo. En la tradición hebrea, los demonios no son los enemigos de Dios sino de los hombres; Satán nunca se revela contra Dios sino que muestra su contrariedad por el privilegio que El Creador le da a sus hijos humanos (habitar el mundo con libre albedrío). Por esta razón, Dios  castiga (y encarga) a Satán y a sus seguidores a vivir en el mundo junto al hombre hasta el fin de los Tiempos, para así elaborar la difícil tarea de tentar a todos los humanos y ser los fiscales de la raza humana en el juicio final. Incluso se prodría decir (como así queda patente en la historia bíblica de Job) que los demonios tienen prohibido tocar al hombre sin el permiso del Creador. Por eso,  en el judaísmo, los Demonios no son el origen del mal (en todo caso Dios, que lo es de todo) sino de la tentación, ya que es el hombre, por el don de la libertad envidiada por los ángeles caidos, el único ser libre con potestad para hacer el mal, así como el bien.

Sin embargo, por sus distintas naturalezas, Lilith parece aunar en si misma la capacidad tentadora de un demonio con el libre albedrío humano, comportándose como un espíritu incontrolado y caprichoso que sí puede matar, que parece disfrutar con ello, y que no está bajo la autoridad de Satán, aunque en realidad parece no estar bajo la autoridad de nadie, como un hilo suelto en una historia en la que todo debería estar bien hilado. Es éste el motivo por el que los escritores bíblicos la apartaron del mito de la creación, y aunque Isaias la nombra, e incluso se le aparece al Rey Salomón, su presencia en el texto bíblico es testimonial. Hasta la creación del Talmud fue un ser cuya historia sólo habitaba en las leyendas orales desde los tiempos más antiguos, siendo aún increible su persistencia en el imaginario colectivo (quizá por el temor hacía ella) tras miles de años de ostracismo en las fuentes escritas.

Parece difícil pensar, incluso como mito, que una simple mujer sea capaz de decepcionar a Dios sin castigo ejemplar, seducir y engañar al propio Satán, incumplir las leyes universales que hasta los propios diablos cumplen, crear disputa entre hermanos, matar por celos, envenenar por odio, engendrar razas demoníacas etc. para cumplir una eterna venganza contra toda la humanidad, utilizando únicamente lo que en los tiempos patriarcales (machistas) se denominaba como "armas de mujer".

Es claro que este mito surge del miedo que los antiguos hombres tenían de la naturaleza sutil de la mujer; utilizado como una lección magistral para las nuevas generaciones, este antiguo mito sirvió como historia ejemplarizante para así demostrar la negativa influencia que la compañera del hombre puede llegar a tener, si no se la somete. La historia de Lilith es, por lo tanto, un mito misógino como tantos otros, al igual que el acto de su supresión de las escrituras. Aunque también encierra algo mucho más oscuro: en él se unen dos expresiones generadoras de placer en lo más profundo del inconfesable subconsciente masculino, la sangre y el sexo. El morbo que suscita éste personaje, y que tanto éxito genera en las películas y libros vampíricos derivados de él, saca a relucir la realidad monstruosa que encierra el ser humano, capaz de salir a la superficie con sólo una educación adecuada.

El mito de Lilith es sin duda uno de mas complejos de la mitología occidental (y oriente proximo): Con una dulce y embriagadora presencia, es un monstruo despiadado,  una fuerza vengativa terrible para el ser humano. Pero también es la primera mujer, hija de un Dios, la mas perfecta e inteligente de las criaturas que reclama sus derechos ante la injusticia. Seductora de seductores, hasta  el propio Satán le suplica ser su compañero, rendido ante sus encantos, al que le es infiel constantemente. Un mito tan antiguo como el tiempo pero que hoy día, con el afianzamiento de los derechos de la mujer, se vuelve mas actual que nunca; al fin y al cabo, también fue la incomprensión del Padre y su primer esposo (Patriarcado) la que le llevó al destierro, la desesperanza, el odio y la venganza. No es de extrañar que por su carácter rebelde ante el género masculino, muchas asociaciones de mujeres,  así como asociaciones de lesbianas llevan hoy su nombre.

Es curioso que habiendo sido el azote de las mujeres durante tantos años, hoy goce de la mayor comprensión por parte de ellas, aunque sólo sea en parte. Y es que los tiempos cambian.

Vaya que si.

by Degush

5 comentarios

erika -

me parece fasinante me encantaria saber mas del tema ya que parientes sercanos tienen este problema en los hombres de mi familia y quisiera una ayuda d parte de sus investigaciones quedo altamente agradecida e jjj b x

ALEXANDER -

buen articulo... creo que las imagenes usadas son algunas injustamente usadas... pero ya eso es tu opinion lilith no aparece en la biblia ni la teoriamde la evolucion literalmente.. bellisima historia... lilith no debiera ser el nombre de una demonia sino mas bien el de un comportamiento muy generalizado en esta epoca.

montypayton -

Que historia,es perfecta para una pelicula;que mujer...ya desde tiempos remotos el hombre era machista la verdad que nosotros solos nos echamos tierra sobre nuestras cabezas.
Son temas que me interesan bastante y como muy bien sabes amigo degush estas historias me gustan bastante cosa que te agradezco que comentes,supongo que la informacion la sacas de internet y libros como la biblia.Es curioso que no hablen de ella en la biblia no e podido comprobarlo porque no poseo biblia,pero con temas como estos me voy a buscar una no lo dudes compadre,de echo degush en mas de una ocasion se a comentado que la biblia tiene historias increibles ya quisiera tolkin, me quedo con ese nombre lilith es una historia que tiene de todo vampirismo religion lujuria deseo sexo! sobre un personaje bellisimo no me cabe la menor duda de que ya sucumbiria a sus encantos como Cain o Abel o el mismisimo Satan, personalmente degush el mejor articulo.

Un abrazo!!!

javiloketedigo -

Digo una tia con caracter, jaja ke les dio una leccion a los dos jajjajajajajaja,
y anda ke no habra tenido relacciones en suños ... pues miles de millones al año jajajja ozu ke tia ma malapecora. ahora habria ke ver a ella vs eva en el barro seguro ke estarian muy sexi jajjajjaj un zalu2 degush muy currao el articulo y otro zalu2 de mi colega Jorge jajajajjajajajajaja ya era hora de ke alguien se animara a publicar un articulo ke el blog se estaba atocinando bastante.

Degush -

Vaya historia, es la típica hija del jefe. Un aparato. Yo creo que Adán lo que estaba es acojonado.
Chao a todos.